12

12 horas.
Mañana de domingo bajo esos 23 grados que saben a puro verano en Berlin.
Mauer Park late, por la mirada descarada de los niños hedonistas que juegan al mercadeo de recuerdos analógicos.
Cae la noche y nos escondemos en el parque, a jugar como adultos. Dejamos a Batman y Robin buscándose en el cielo, que nosotros nos buscaremos a tientas en la tierra.
Nuestro nido de ojalata, el tobogán.
Y Nouvelle Vague nos susurra eso de,

"Let's dance little stranger
show me tou secret sins
love can be like bondage
seduce me once again"

Estás detrás del humo, así lo recuerdo ahora.
Cena a las tres y media de la mañana, bendita esta ciudad que nunca duerme. Como en esa pintura de Hooper, los Halcones de la noche, pensé en ese momento.
Alexander Platz y comienza a llover, se acabó la tregua. Arráncame de nuevo las medias y te ganarás la inmortalidad, sabes, mi cama se acuerda de ti.
Nos besamos.
Auf Wiedersehen...

Foto tomada de Tokio Undressed, por Rikki Kasso