jueves, 13 de mayo de 2010

Perdiendo la cabeza


Hay películas que hablan de amor y otras que hablan de la pasión humana.
Que ocurre cuando se confunde amor con deseo y te entregas a una personal incondicionalmente?. Hoy hablo de tres películas que tienen mucho en común, las tres transcurren en espacios físicos pequeños, sofocantes, con olor a sexo, a hedonismo mórbido.
Las tres hablan de la pasión carnal a la deriva ya de la locura, y las tres acarician la muerte como única salida.

El último Tango en París: Una obra maestra, dos extraños sin nada en común más que un piso vacio donde aliviarse y olvidar las miserias de sus vidas perdidas. Del mismo director, Bertolucci, me gusto mucho muchísimo "Soñadores": tres jóvenes que descubren el sexo y a si mismos en un piso en el verano del 68 en París.

El imperio de los sentidos (ai no corrida):
Aunque el titulo en japonés lleve al equívoco, sí, corridas no faltan. De hecho esta producción francojaponesa continua censurada en oriente. Trata sobre la atracción irrefrenable, exagerada de dos amantes unidos por su gran apetito sexual al borde de la desesperación...Con final sorpresa. Ah!, y basado en hechos reales.

La pasión turca:
Una aventura en Estambul y los peligros de la entrega ciega a un desconocido: "El amor es un mercadeo, hay dos preceptos que debe cumplir el buen amante: El primero no perder, conservar lo que tiene. El segundo: No ponerlo todo a una carta, el amor no ha de arriesgarse en su totalidad, hay que tener reservas, por si acaso. Quien no lo hace así acaba por convertirse en la esclava de la otra persona, y la otra persona créeme, la otra persona acaba por artarse de su esclava."

Pero la pasión y la incertidumbre del mañana es lo que nos mueve para sentirnos vivos, almenos intento que asi sea! Al fin y al cabo como dijo Orson Welles:

"Y no seas tan pesimista. Al fin y al cabo, no es tan horrible. Tú sabes lo que ha dicho ese individuo: Italia, durante treinta años, bajo los Borgia, tuvo guerras, terror, asesinatos y derramamiento de sangre... pero produjo a Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza tuvieron amor fraternal, quinientos años de democracia y paz. ¿Y qué produjo? ¡El reloj de cuco!".

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