sábado, 17 de octubre de 2009

Mercados


Este es mi pequeño homenaje a los mercados, no como lugares físicos y tangibles de venta, si no como ese rinconcito cúmulo de bonitos y entrañables recuerdos de nuestra infancia mientras hacíamos la compra de la mano de nuestra mamá.

Los mercados hablan de nuestro carácter y cultura mediterránea y es una experiencia total en cuanto a que implica a todos los sentidos: Gusto, olfato, vista, tacto y oido. Un homenaje a la belleza de la simplicidad, de los actos cotidianos.

Para ello, voy a entrevistar a diversas personas, para que cada uno me narre sus recuerdos, que con el paso de los años adquieren ese carácter onírico,tal y como llegan a la mente, en forma de poesía caótica.

Roger: El niño que convertía el jamón en chicle y los flanes en sangre.

Cuando iba con mi madre
de pequeño
y el de la charcutería
me daba siempre un trozaco de serrano,
que en mi boca
se acababa convirtiendo en chicle.
O tambien,
el sitio de legumbres
con los cigronets, (garbancitos)
calenticos
en una bolsa blanca
que yo llevaba hasta casa,
donde mi madre la ponia en un plato
con aceite
y ala
yo mas feliz que nadie.

Oh,
pescado
el pasillo del pescado,
me fascina
porque se ven gambas moviendose encima del hielo
e incluso algun pescado
"encara belluga nena!!"

Y recuerdo
que le pregunté en la carnicería
a mi madre,
¿Estos flanes rojos que son?
Y me dijo:
"sangre"
y yo me quedé como "uala, que cosas".

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