Comunidad

Cuando vuelvo a Barcelona, a mi antiguo edificio, se repiten las viejas caras conocidas del ascensor, las sonrisas un tanto forzadas que derivan en conversaciones sobre el tiempo, todo esto forma parte de la experiencia de vivir en comunidad.

Conocidos o desconocidos la gran mayoría lo sufrimos, lo que ocurre es que mi comunidad es un tanto, eemm... digamos especial. Todo lo que voy a relatar es absolutamente real:

La "repeinada": Es oficialmente la chafardera de la comunidad, el único problema es que como está mayor se olvida de los que previamente a chafardeado, asi que sus preguntas se repiten en un bucle infinito, su hit es: "¿Y porqué llevas ese hierro en la boca?", (Haciendo referencia a mi piercing).
Vive con su hija solterona, que es insufrible y trabaja en una tienda de moda igual de insufrible que ella.

El "papá pepino": Marido de la compañera de trabajo de mi tia, que a su vez es la madrina de sus dos hijos. Hombre rechoncho, bajito y bonachón, se pasea por el barrio con su pendiente en la oreja como si eso eclipsara la atención del resto de su físico.

La "viuda alegre": Ejemplo de manual de mujer posesiva y dominante, su marido ya muerto, era un hombre bajito, con un hilo de voz y gafas de culo de botella. Ahora tiene un nuevo novio...Bajito y apocado.
Cuenta la leyenda que el espíritu de su marido, tambien llamado "Mister Magoo",todavía reside en la escalera y si prestas atención puedes escucharlo en el hueco del ascensor.

El "profesional": Arrogante, egocéntrico, personaje más que persona y enemigo de todos. Se dedica a las instalaciones técnicas, se ganó el odio generalizado de la comunidad despues de su chapucera obra en la que se rumorea que parte del dinero...voló, nunca lo sabremos.

El "padre de la MarBella": Cabeza de familia, por decir algo, hombre siempre optimista y sonriente que te abre la puerta con un enérgico "Muy buenas!", pero que da la sensación que esconde algun tipo de tragedia. Con su eterna bicicleta, pantalones de chandal combinado con chaquetas de los 90 y calcetines blancos, tiene una relojería de lo más tenebrosa en el barrio. El escaparate lleno de relojes casio, con los precios todavía en pesetas y juguetes descoloridos por el sol, en teoría ese es el sustento de su familia.
Aunque no nos lo creemos, nuestra teoría es que sigue cobrando la paga de su suegro ya muerto, algo oscuro esconde esta familia...

Me dejo unos cuantos, pero estoy segura de que todos tenemos historias similares, porque al final siempre siempre, la realidad supera a la ficción más retorcida.