Lejos y cerca (KaIu wan kaylla)

Desde hace unos meses me he ido topando con estas dos películas, no sabia casi nada de ellas, sólo el argumento por encima, tampoco conocía la conexión entre ambas.

Tienen mucho en común: Las dos dirigidas por Claudia Llosa,retratan una misma realidad,la peruana. Algo que a nosotros europeitos acomodados nos resulta completamente ajeno y extravagante, y por eso nos fascina.
Pero también parten de un transfondo oscuro, las consecuencias de la época del terrorismo en Perú (1980-1992).

"Madeinusa": Mi favorita, quizás por esa mezcla de folclore andino y religiosidad cristiana, no sabes donde acaba la realidad y empieza la ficción.
"Madeinusa es una niña que vive en un pueblo perdido de la cordillera del Perú, Manayaycuna. Este extraño lugar se distingue por un aspecto en su religiosidad; a partir del Viernes Santo, a las tres de la tarde, cuando Cristo muere crucificado, hasta el Domingo de Resurección, el pueblo entero puede hacer lo que le venga en gana. Durante estos días santos no existe el pecado: Dios está muerto, no les ve. Todo es aceptado y permitido, sin remordimiento alguno."

"La teta asustada": Ganadora del oso de oro a la mejor película en el festival de cine de la Berlinale 2009.
"La historia se centra en Fausta, una joven que (según sus creencias) sufre una enfermedad llamada "la teta asustada", una extraña enfermedad que transmite el miedo y el sufrimiento de madres a hijos a través de la leche materna, ya que su progenitora fue violada durante la época del terrorismo en el Perú.
La guerra acabó, pero Fausta vive para recordarla porque la enfermedad le robó el alma. Al escuchar una historia sobre como algunas mujeres se protegían de las violaciones al introducirse un tubérculo en la vagina, y ser rechazadas por los violadores, ella decide hacer lo mismo, a pesar que la guerra entre los militares y subversivos terminó, ella vive impregnada con esos temores."

Las dos películas son tragicomedias que giran alrededor de la fuerza de los personajes femeninos. Porcierto, ambas están protagonizadas por Magaly Solier, a la que la directora descubrió en la puerta de una iglesia vendiendo comida.
Yo estoy enamorada de ella y su voz, ha sacado disco con las propias canciones que suenan en las películas, casi todas composiciones suyas, en español y quechua. Si os gusta el folklore hechadle un ojo, vale la pena.