domingo, 31 de octubre de 2010

Gastronomía y muerte


"La habitación en la que se hallaron resultó ser la tienda de un empresario de pompas fúnebres; pero una trampilla abierta en un rincón del piso, junto a la entrada, permitía vislumbrar una larga bodega cuyas profundidades, como lo proclamó un ruido de botellas que se rompen, parecían estar bien surtidas. En el centro de la habitación se levantaba una mesa sobre la que había una enorme sopera de algo que parecía ponche. Botellas de vino y licores diversos, así como jarras, frascos y tazas de todas formas y clases estaban esparcidas profusamente sobre el tablero.
Sentados en soportes de ataúdes veíase una tertulia de seis personas, que trataré de describir una por una."


Edgar Allan Poe, "El rey peste".

Placer que nos reafirma en vida, gula que a veces se confunde en lujuria, "El muerto al hoyo y el vivo a bollo". Los velatorios comienzan en lágrima y terminan en bandejas. Huesos de santo, ¿Reminiscencia caníval?, vamos a ofrecerle al muerto manjares al cementerio como en la tradición Mexicana.

Feliz noche de difuntos!

1 comentario:

Laia dijo...

em vaig llegir aquest relat fa temps i la veritat és que em va deixar bocabadada... :O