El Molino. El cabaret de Barcelona: De su pasado de butacas rojas impregnadas en sudor proletario, pasando por las masas migratorias de los 50, el de la bofetada de la censura y del resurgir de la carne durante la transición.
El más golfo.
Yo nací con el Molino de la decadencia y posteriormente del cierre indefinido... Y ya han pasado 13 años desde entonces.
Fue todo improvisado: "Hey, vamos a acercanos al Paralelo, podemos pasar por el Molino a saludar a mi tio que trabaja allí."
Cruzando Sant Antoni, ya a lo lejos las aspas brillaban, que pequeñito y que presencia, es como una diminuta versión del gran Moulin Rouge de París, diminuto sí, pero "nostre".
Los dos besos pertinentes y sin darnos cuenta ya estábamos dentro, acomodadas y servidas de champagne. Bailarines, la madura vedette saludando sin dejar de sonreir, la orquesta compuesta por piano, violín y trompetista, una barra y el escenario. Nada más. ¿Para que más?, tenía esa sensación de complicidad, de "hecho en casa y servido con cariño".
El espectáculo fueron dos horas recorriendo la historia del local con memorables números, entre mis favoritos el dedicado a la guerra civil y la posterior censura, ("Nena, que yo pago la multa!"),y emocionante las imágenes de Barcelona 92.
Maestro de ceremonias en corset y ligueros... y fin!
Personalmente creo que fue una experiencia preciosa, me siento muy unida a la avenida del Paralelo, (Mis abuelos se conocieron allí), el pequeño Broadway catalán. Con su sala erótica Bagdad, sus teatros y la próxima apertura de un bar de tapas regentado por Ferrán Adrià, esta zona se encuentra en pleno resurgimiento, tenemos que recuperarla para las futuras generaciones, y que nunca muera el cabaret.
"¿Que es el Molino?,
El Molino eres tú"
Foto tomada dentro del local con la famosa Terremoto de Alcorcón
viernes, 29 de octubre de 2010
Crónica de una noche en el Molino
Publicado por Veda a las 11:27:00 p. m.
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