Ella era la princesa de las basuras, criada en un vertedero por ratas de buena reputación, cubiertos de alambre, platos de cartón y excelentes modales de sangre azul pardo.
Con su boca sucia de muñón me mostraba toda orgullosa la bolsa de moscas que a modo de fondo musical, de zumbido constante, la acompañaba día a día al ritmo de su consciencia: Ese reducto de humanidad.
Reinaba de aquí a donde la peste alcanzaba, los malos aires de grandeza empezaron a afectarle (O quizás fueron los gases tóxicos, quien sabe). La ambición es mala consejera, pobre princesa aspirante a reina, destronada por la moral ecologista.
Malos tiempos para la guarrería.
Imagen extraída de Today's inspiration
martes, 26 de octubre de 2010
Princesa de las basuras
Publicado por Veda a las 8:32:00 p. m.
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